Acevedo se adelanta con pelota dominada y abre el juego para Lodico, que ingresa al área y saca un remate rasante y esquinado, Tomás Marchiori se vuelve el hombre elástico para ahogar un grito cordobés que hubiera dejado a Atlético sin nada.
Y está bien: hubiera sido demasiado premio para el mezquino planteo de Diego Dabove, aunque en el fondo también es cierto que Instituto fue el equipo que más pateó al arco en el Monumental.
Marchiori continúa en un excelente nivel y ya lleva ocho partidos consecutivos sin conceder goles, y por eso el “decano” continúa sumando puntos. El 1 se lució ayer en dos oportunidades: en el primer tiempo, Franco Watson exigió al mendocino que respondió muy bien; y en la última del partido se hizo gigante ante Gastón Lódico. Sólo por Marchiori la dupla técnica continúa sin perder en Atlético.
Orsi, DT de Atlético Tucumán: “La ambición siempre es hacer el mejor partido”En lenguaje estadístico, ya son 727 minutos sin conceder goles, ocho partidos sin perder, pero al mismo tiempo casi 180 minutos sin generar situaciones de peligro.
Mirar la mitad del vaso lleno para algunos podrá ser conformismo, para otros una oportunidad. Se podría decir que la mitad del trabajo está hecho, aunque la dupla tiene que ajustar, imperiosamente, el plan de ataque.
Para ello tendrá que buscar opciones, porque los delanteros (anoche jugaron Estigarribia, Puch, Coronel y Menéndez) la pasan mal durante los 90 minutos sin ser abastecidos por los volantes. Manuel Roffo podría haber viajado a Córdoba sin pasar por las duchas: descolgó un par de centros y contuvo un cabezazo de Romero tras un córner. Poco para un arquero visitante de un equipo que se armó para pelear en la zona baja.
Ante Instituto, el “decano” se pareció mucho al equipo intrascendente de las últimas fechas de Lucas Pusineri. A pesar de mostrarse aguerrido y comprometido para marcar y recuperar la pelota, cuando la tuvo no supo qué hacer con ella y dependió mucho de Joaquín Pereyra, que para colmo no estuvo inspirado.
Un cabezazo muy desviado de Marcelo Estigarribia, un disparo de Guillermo Acosta desde afuera del área que pasó lejos y el frentazo de Romero fueron las únicas “peligrosas” para el arco de la “gloria” y eso que la dupla -con los cambios- mandó un claro mensaje: había que ganar.
Atlético terminó el partido con Ramiro Ruiz Rodríguez -por izquierda- Cristian Menéndez e Ignacio Maestro Puch -como centrodelanteros- y Justo Giani como extremo derecho. Pereyra intentó ser enlace y Renzo Tesuri con Matías Orihuela estuvieron siempre ubicados en posición de ataque. Para la contención solamente Adrián Sánchez, Bruno Bianchi y Nicolás Romero. Pero no hubo caso. Amontonar gente en ataque fue contraproducente y las mejores situaciones en el final fueron para la visita. “Me preocuparía si tenemos situaciones de gol con jugadas sucias, que son fortuitas y no generadas, pero creo que siempre intentamos jugar y generar. Después el defensor la saca o el centro queda corto”, dijo Favio Orsi quien claramente prefiere quedarse con la mitad llena del vaso.
De mitad de cancha hacia atrás, todo está en orden. Los laterales funcionarios bien (De La Fuente, finalmente le ganó la pulseada a Ortiz) y Bianchi demostró la sobriedad de siempre, como la semana pasada lo hizo Francisco Flores. El arquero es figura y tanto Acosta como Sánchez en la recuperación funcionan a la perfección.
Atlético Tucumán: Giani empieza a mostrarse“Si nos hacen goles, si no nos hacen, o si convertimos o no, siempre tenemos que seguir trabajando. Es importante que el equipo no haya sido superado y que haya mostrado siempre la intención de ganar”, agregó el DT.
Ahora se vendrá Argentinos. Atlético ya sabe dónde debe apuntar, y variantes sobran: Carrera, Carrasco, Guille, Giani y la lista de jugadores que pueden aportar desequilibrio sigue. En el fondo no debe tocar nada y eso sí es una buena noticia.
Auspicioso debut. Ingresó por Acosta y se acomodó por la izquierda, le trajo algunas complicaciones a Franco. Luego paso a la derecha y perdió incidencia.